12 de enero de 2011
Mi diario íntimo de 1997 - Página 4
Mi diario íntimo de 1997 - Página 3
Mi diario intimo de 1997 - Página 2
Mi diario íntimo de 1997 - Página 1.
¿Sabés Diario? A mí me gusta la escuela, porque estudio mucho y además quiero ser una genia, así sabría sumar, restar, multiplicar, dividir y muchas otras cosas más, y sería una genia como tanto quiero. Y como mi hermano ahora va a cuarto grado, me puede enseñar muchas cosas, como por ejemplo las tablas de multiplicar, la cadena alimentaria, y otras cosas que él estudia y yo no sé. Por eso me gusta estudiar mucho.
30 de noviembre de 2010
Tentativa y consumación
Un miércoles y un jueves. Un día después de otro. Un intervalo de 20 horas. Un paso al costado y un paso adelante. Una tentativa y una consumación. El miércoles fallé, pero el jueves no. El miércoles entré, y quise hablar, pero no pude. Fue un comienzo de ejecución con frustración del resultado, pero no por razones ajenas al agente. No. El resultado se frustró por razones propias del agente: la cobardía. Pero el jueves fue distinto. La ejecución se consumó. Así es, cansada ya de ser cobarde y pasar de largo, tuve que hacerlo. Se lo pregunté. Se lo pregunté y me contestó. Franco… se llama Franco. El chico de la librería cobró identidad, es Franco. ¿Y yo? Mayca. ¿Mayca? Sí, Mayca. Cuando vencés el miedo de hacer algo y finalmente lo hacés, tu cuerpo siente un montón de cosas. Primero malestar y un poco de temblor, pero después se siente muy bien. Como satisfacción, o plenitud, o algo así. Como cuando en la propaganda el que tiene sed por fin se toma el vaso de cerveza fresca. Como cuando en las películas de amor por fin se dan el beso. Como cuando la profesora de gimnasia dice “aflojen”. No soy buena para las metáforas. Tampoco soy buena para repartir las cartas ni para cantar en francés. Pero ya no quiero que todas las cosas para las que no soy buena me detengan de hacer lo que quiero. Complejos, tengan cuidado porque en cualquier momento me suelto. Ah, y Franco, vos también tené cuidado.
10 de noviembre de 2010
Inseparables
22 de octubre de 2010
LLAMADO POR LOS MALOS POETAS
Se necesitan malos poetas. Buenas personas, pero poetas malos. Dos, cien, mil malos poetas se necesitan más para que estallen las diez mil flores del poema.
Que en ellos viva la poesía, la innecesaria, la fútil, la sutil poesía imprescindible. O la in- versa: la poesía necesaria, la prescindible para vivir.
Que florezcan diez maos en el pantano y en la barranca un Ele, un Juan, un Gelman como elefante entero de cristal roto, o un Rojas roto, mendigando a la Reina de España.
(Ahora España ha vuelto a ser un reino y tiene Reina, y Rey del reino. España es un tablero de alfiles politizados y peones recién comidos: a la derecha, negros, paralizados, fuera del juego).
Y aquí hay torres de goma, alfiles politizados y damas policiales vigilando la casa.
A la caza del hombre, por hambre, corren todos, saltan de la cuadrícula y son comidos.
Todo eso abunda: faltan los poetas, los mil, los diez mil malos, cada uno armado con su libro de mierda. Faltan, sus ensayitos y sus novela en preparación. Ah.. y los curricola, y sus diez mil applys nos faltan.
No es la muerte del hombre, es una gran ausencia humana de malos poetas. Que florezcan cien millones de tentativas abortadas, relecturas, incordios, folios de cartulina, ilustraciones de gente amiga, cenas con gente amiga, exégesis, escolios, tiempo perdido como todo.
Se necesitan poetas gay, poetas lesbianas, poetas consagrados a la cuestión del género, poetas que canten al hambre, al hombre, al nombre de su barrio, al arte y a la industria, a la estabilidad de las instituciones, a la mancha de ozono, al agujero de la revolución, al tajo agrio de las mujeres, al latido inaudible del pentium y a la guerra entendida como continuidad de la política, del comercio, del ocio de escribir.
Se necesitan Betos, Titos, Carlos que escriban poemas. Alejandras y Marthas que escriban. Nombres para poetas, anagramas, seudónimos y contraseñas para el chat room del verso se necesitan.
Una poesía aquí del cirujeo en la veredas. Una poesía aquí de la mendicidad en las instituciones. Una poesía de los salones de lectura de versos.
Una poesía por las calles (venid a ver los versos por las calles...)
Una poesía cosmopolita (subid a ver los versos por la web...).
Una poesía del amor aggiornado (bajad a ver poesía en el pesebre del amor...)
Una poesía explosiva: etarra, ética, poéticamente equivocada.
En los papeles, en los canales culturales de cable, en las pantallas y en los monitores, en las antologías y en revistas y en libros y en emisiones clandestinas de frecuencia modulada se buscan poetas y más malos poetas: grandes poetas celebrados pequeños, poetas notorios, plumas iluminadas, hombres nimios, miméticos, deteriorados por el alcohol, descerebrados por la droga, hipnotizados por el sexo, idiotizados por el rock, odiados, amados por la gente aquí.
En las habitaciones se buscan. En un bar, en los flippers, en los minutos de descanso de la oficina, entre dos clases de gramática, en clase media, en barrios vigilados se buscan.
¿Habrá en la tropa? ¿En los balnearios, en los baños públicos que han comenzado a construir? ¿En los certámenes de versos? ¿En los torneos de minifútbol? ¿Bajo el sol quieto? ¿A solas con su lengua? ¿A solas con una idea repetitiva? ¿Con gente? ¿Sin amor?
No es el fin de la historia, es el comienzo de la histeria lingual.
Todo comienza y nace de una necesidad fraguada en la lengua. Falsifiquemos el deseo: Te necesito nene. Para empezar te necesito. Para necesitar, te pido ese minuto de poesía que necesito, necio: quisiera ver si me devuelves el ritmo de un mal poema, que me acarices con sus ripios, que me turbes la mente con otra idea banal, y que me bañes todo con la trivialidad del medio.
Y en medio del camino, en el comienzo de la comedia terrenal, quiero vivir la necedad y la necesidad de un sentimiento falso.
Se necesitan nuevos sentimientos, nuevos pensamientos imbéciles, nuevas propuestas para el cambio, causas para temer, para tener, aquí en el sur.
Y arriba España es un panal de hormigas orientales: rumanas, tunecinos, suecas a la sombra de un Rey.
Riámonos del Rey. De su fealdad. De su fatalidad. De Su Graciosa Realidad. La realidad es un ensueño compartido. La realidad de España es su filosa lengua pronunciando la eñe y su mojada espada pronunciando el orden del capital y la sintaxis.
¡Ay, lengua: aparta de mí este cuerno de la prosperidad clavado en tu ingle, suturada de chips, y cubre nuestras heridas con el bálsamo de los malos poemas..!